La chimenea es el eje sobre el que pivotará toda la distribución y diseño de la estancia, es el centro de atención de cualquier espacio. Por este motivo, se le debe otorgar el tiempo necesario,  pensando en su diseño, funcionalidad y funcionamiento.

Antiguamente, a nivel funcional la chimenea solía estar ubicada donde se preparaba la comida,  hoy en día se ha perdido esa costumbre de cocinar en ellas y pueden situarse en cualquier estancia del hogar o local, adaptándose al lugar y quedando perfectamente integradas.

Las chimeneas aportan calidez, contemplación y evocan a la reflexión. Conceptos ligados a momentos de “intimidad” de las personas.

Chimeneas modernas VS tradicional

Las chimeneas modernas emplean nuevos combustibles, como el bioetanol, que además de reducir su coste, reducen el impacto medio ambiental. Además, para las chimeneas de pared no es necesario hacer ningún tipo de obra por lo que repercute positivamente en el precio. El coste de obra en la mayoría de casos es inexistente.

Si por el contrario en el hogar existe una chimenea tradicional, es una suerte ya que no es necesario que se rehabilite para su funcionamiento, basta con pensar en el diseño exterior de la misma para que esté integrada en la habitación aportando una atmosfera cálida.

Sea cual sea la opción de diseño que se elija, la chimenea es un punto muy importante en torno al cual gira toda la estancia. Pasa a ser el elemento protagonista del interiorismo dentro del espacio.

Y es que el diseño es una disciplina que ayuda a mejorar la vida de las personas, y en las viviendas es aún más evidente,  como apunta Jordi Garcia interiorista de ILV+A “cada cliente tiene un deseo, y nuestro trabajo es buscar la manera de complacerle. Que se sienta a gusto, feliz y el espacio se vuelva muy suyo es nuestro objetivo como estudio”.